09 octubre 2005

La inmigración puede quebrar la Seguridad Social

Este editorial me parece muy preocupante para el futuro de los ciudadanos españoles.
Como llevo 16 años viviendo fuera de España me doy cuenta de lo que sucede en el exterior de nuestra Patria y entre las cosas que veo, observo como nuestros políticos derrochan el dinero público, nuestro dinero, a manos llenas para ayudar a otros mientras olvidan a aquellos con los que tienen la verdadera obligación... NOSOTROS ... los españoles.
Es vergonzoso y escandaloso que queramos solucionar los problemas de los demás, sin haber solucionado los nuestros. Yo he sufrido en carne propia (nadie ha tenido que contármelo) el estar en mi propio país, España, necesitar la asistencia de la Seguridad Social y cobrarme por prestármela; mientras, se la dan gratis a los que no son españoles.
Definitivamente algo va muy mal en España.

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LA INMIGRACIÓN PUEDE QUEBRAR LA SEGURIDAD SOCIAL
La permisividad de nuestras autoridades con la inmigración esta llegando a extremos grotescos. Sí en el pasado proceso de regularización masiva ya se rebajaron los requisitos para obtener “los papeles”, ahora son las autoridades judiciales las que contribuyen al descontrol total, abriendo la posibilidad a que los inmigrantes ilegales excluidos en aquel ya de por sí laxo proceso, puedan regularizar su situación.
El juzgado nº 2 de lo contencioso administrativo de San Sebastián ha resuelto que ya ni el padrón es un requisito indispensable para tramitar la legalización.
Según las estimaciones del Colegio de Abogados de Guipúzcoa más de 50.000 ilegales podrán beneficiarse de este fallo judicial. Numerosos colectivos de inmigrantes han celebrado esta sentencia, que abre la posibilidad de obtener “papeles” a cualquier ilegal con un simple “pasaba por aquí”.
La irresponsabilidad de permitir una inmigración descontrolada con una política a la que le es indiferente que entren en España uno que ciento, tendrá gravísimas consecuencias, no solo en el ámbito de la seguridad ciudadana, en la asimilación de estas grandes bolsas de extranjeros e incluso en la seguridad nacional dado que junto a inmigrantes ilegales es seguro que se nos han colado radicales islámicos que no dudaran en volver a actuar cuando el gobierno de turno haga algo que no les guste; sino que repercutirá en nuestro sistema social, poniendo en peligro el propio estado de bienestar.
No hay que ser muy listo para deducir que nuestra Seguridad Social, que ya se las ve y las desea para cubrir las necesidades actuales, se verá desbordada para hacer frente a las prestaciones para toda esta avalancha de nuevos demandantes de servicios gratuitos. El colectivo de los inmigrantes contribuye poco a la Seguridad Social, dada su precariedad laboral y sus escasas cotizaciones, pero por el contrario aporta importantes cargas dado su alto índice de natalidad que hace, que a través de la agrupación familiar la Seguridad Social engorde sus beneficiarios sin el justo equilibrio del aumento de sus cotizaciones.
La descabellada política que ha permitido la permanencia en España de miles de ilegales sin adecuar su número al mercado laboral y la extensión temporal de esa permanencia a inmigrantes estacionales provocará, al primer bache económico serio, que suframos la quiebra de nuestro sistema asistencial.
Del riesgo del estallido social que entonces puede producirse sólo habrá unos responsables: nuestras actuales autoridades.