17 mayo 2006

Los ciudadanos necesitamos aclaración urgente

Sí, los ciudadanos necesitamos que el Poder Judicial nos aclare de una forma comprensible qué es lo que está sucediendo con sus decisiones que en nada abonan a la confianza que nos debe merecer ese Poder del Estado.

Según la noticia que adjunto resulta que:

a) El Tribunal Superior de Justicia Vasco a pesar de considerar unas declaraciones del Sr. Otegui "claramente ofensivas, impropias, injustas, oprobiosas y ajenas a la realidad", lo absuelve en primera instancia.

b) El Tribunal Superior de Justicia Vasco cuya sentencia fue revocada ahora revoca la de su revocador, ... por ello nos preguntamos inocentemente, ¿puede modificar una sentencia del Tribunal Supremo del Estado y decidir que no se cumpla la misma?. ¿Acaso no hay una jerarquía en el Poder Judicial?.

c) La Fiscalía, que por su parte no se queda atrás, dice en apoyo del mencionado Sr. " el contexto social en que los hechos presuntamente se cometieron y las circunstancias actuales, reflejan la imagen de una persona que no delinquirá en el futuro". ¿Actua con el mismo rasero con todos los ciudadanos a la hora de catalogar los actos que realizarán en el futuro o sólo posee una bola de cristal para "algunos"?. También nos gustaría una respuesta clara a esta cuestión para saber en que terreno nos estamos moviendo.

Realmente, esta situación me parece kafkiana y nos situa a la altura de cualquier república bananera.

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BILBAO (Reuters) - El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha suspendido durante tres años la ejecución de la pena impuesta por el Supremo a Arnaldo Otegi, que condenaba al dirigente de Batasuna a un año de prisión por injurias al Rey.

La suspensión queda condicionada, según el auto de la Sala de lo Civil y Penal del tribunal vasco, a que Otegi no delinca en ese periodo.

El auto basa su decisión en el informe del Ministerio Fiscal y la doctrina del Tribunal Constitucional, ante el que Otegi ha interpuesto recurso de amparo, según la cual las normas deben ser interpretadas en la forma mas favorable al ejercicio de los derechos fundamentales, como en este caso es el de la libertad.

La sentencia del Supremo, en recurso de casación, condenaba a Otegi como autor criminalmente responsable de un delito de injurias graves al Rey, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a un año de prisión.

En este caso concreto, también el Ministerio Fiscal había informado en sentido favorable a la concesión de la suspensión de la pena privativa de libertad al "no apreciar peligrosidad en la persona de Arnaldo Otegi".

Según se señala en el informe fiscal, de fecha 7 de abril de 2006, pese a la existencia de procedimientos penales contra Otegi, "el contexto social en que los hechos presuntamente se cometieron y las circunstancias actuales, reflejan la imagen de una persona que no delinquirá en el futuro".

Las acusaciones por injurias al Rey se remontan a febrero de 2003, cuando en una rueda de prensa Otegi llamó al monarca "jefe de los torturadores", con motivo de una visita del Rey al País Vasco.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco absolvió en marzo de 2005 al líder de Batasuna al considerar que esas declaraciones eran "claramente ofensivas, impropias, injustas, oprobiosas y ajenas a la realidad", pero que "las restricciones a la libertad de expresión se deben aplicar con un espíritu de tolerancia, sobre todo cuando se trata de crítica en materia política".

En octubre del mismo año, el Tribunal Supremo dictó sentencia condenando a Otegi a una pena de un año de prisión por injurias al Rey, y revocando la dictada por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.